martes, 19 de junio de 2007

Visita en prisión

Shahi visitó el domingo a Karim Amer en prisión. Esta es la traducción del relato que me ha mandado por email.

"Acabo de volver de un día largo y duro. Fui a visitar a Karim en la prisión de Borg El Arab, a 20 km de Alejandría, y gracias a Dios tras seis horas de trámites pude verlo y hablar con él, precisamente hoy que era su cumpleaños. Llegué a Borg el Arab a las 9 y pude verlo a las 3 pm, estuvimos juntos 30 minutos o menos.

Para mi ha sido una experiencia totalmente nueva y puedo decir que horrible. No he podido dejar de pensar que si para mí ha sido duro estar allí sólo unas horas, como será para Karim que lleva allí seis meses.

Antes de ir a este sitio, decidí ser paciente y callarme hasta que lo viera. Los trámites en prisión empezaron con una inspección de mi bolso. Me dijeron que dejara el móvil y cualquier aparato eléctrico que llevara y entonces esperé en lo que parecía una cola, pero no lo era. Cuando llegó mi turno, el tipo de seguridad me preguntó si era egipcia, le dije que sí, por supuesto, y le di mi carnet de identidad. Entonces me preguntó el nombre del prisionero y cuál era mi relación con él. Dije Abdel Karim Nabil Soliman y que era la hija de la hermana de su madre y, como es habitual, preguntó por la acusación de Karim. Repliqué que había olvidado qué hizo Karim para estar en prisión, su acusación es demasiado estúpida para recordarla (Sí, insultar a Mubarak y el Islam). Me tomó un tiempo contestar, pero le dije: "Karim escribió algunos artículos en Internet y por eso está en prisión". No me entendió, así que dijo: "Ha". Otro tipo de seguridad que estaba allí y nos oía dijo: "Sí, es un comunista" (para quien no lo sepa, comunista entre los egipcios se refiere a una persona que no cree en Alá, es la acusación que se utilizó en los 60s contra la oposición). El tipo de seguridad escribió esto en un papel y como parecía enfadado tuve que confirmar que Karim es un comunista y escribió cosas malas... tuve que hacerlo para poder verlo. Me callé la boca y me lo tomé con calma, y gracias a Dios no tuve problemas. Esperé durante horas con otros familiares de prisioneros, algunos parientes de presos islamistas. La visita se dividió en tres categorias: presos políticos, presos bajo investigación y, finalmente, los condenados a más de seis meses de prisión (Karim está en esta última categoría).

Finalmente, llamaron los nombres y el de Karim estaba al final. Caminé con los otros hacia otra inspección, y aquí una mujer nos revisó los bolsos de mano y a las mujeres nos pasó las manos por todo el cuerpo, de los pies a la cabeza (no muy agradable la inspección). Después, en una habitación muy grande donde todo el mundo aguardaba llegaron los prisioneros unos a uno. Vi a Karim, estaba sonriéndome. Hablamos en ese sitio tan ruidoso. Intenté que hablara él todo el rato. Está bien, pero evidentemente no está contento. Tiene muchas esperanzas en que nosotros, los que estamos fuera, podamos ayudarlo a ser libre otra vez. Realmente depende de nosotros. Me escribió una carta cuando estaba en prisión pero no la recibí. Me dijo que quizá a ellos no les gustó lo que escribió y no la mandaron.


Me dijo que la última vez en el tribunal un policía lo pegó con dureza y lo filmó con un móvil, y que hace unos días, después de que escribiera a su abogado (Gamal Eid) pidiéndole que lo publique en un periódico, el administrador de la prisión lo despertó a las 2 de la madrugada y lo dejó tres horas de pie, entre las 5 y las 8 am. Después, esos tipos horribles vestidos de civiles pegaron con palos de madera a los prisioneros para que volvieran a las celdas.

Dejé a Karim, diciéndole que sea fuerte y que piense que estamos con él. "

martes, 12 de junio de 2007

الحب : وماله ؟ / Love : so what ?

Ahmad Sherif inicia con este spot una campanya audiovisual para promover las libertades en Egipto. El primero lo ha dedicado al amor y a las relaciones prematrimoniales, ¡que buena falta que hace!
La idea es que pueda llegar a todo el mundo vía móvil y superar así los límites que impone el escaso acceso a Internet.
Creo que el clip es sencillo, directo, sugerente y educativo. La primera frase dice: "El amor antes del matrimonio no es una vergüenza". "Egipto, empieza a amar", acaba.

lunes, 11 de junio de 2007

Magdy y sus amigos

Magdy Saad está considerado uno de los jóvenes prometedores de los Hermanos Musulmanes o al menos uno de los que está destacando dentro del grupo. Me hablaron de él, visité su blog y le mandé un email proponiéndole una entrevista. Me llamó sin tardanza y se ofreció a traer a la cita a algunos de sus amigos, también bloguers y seguidores de los HM.
Nos hemos encontrado hoy a las 2.30 en el club del sindicato de médicos, en Giza. Me ha gustado el sitio. Es un lugar tranquilo, prácticamente no había nadie, y dispone de un restaurante flotante sobre el Nilo. Cuando he llegado sólo estaban Mohamed (25 años, médico) y, para mi sorpresa, tres chicas, estudiantes universitarias las tres, de poco más de 20 años, Shorouk al-Showaf, Somaia El Erian y Asmaa el Erian, hija esta última de Essam el Erian, uno de los más prominentes líderes islamistas de mediana edad. Con retraso han aparecido Magdy (29, marketing) y Ahmed Ibrahim (25, médico).
No sabía con qué me encontraría y no había preparado la entrevista. Quería charlar, conocerlos un poco, saber cómo son, cómo viven y cómo piensan. ¿En qué se diferencian los jóvenes de los veteranos? ¿Qué debería cambiarse? ¿Qué les preocupa? ¿En qué están de acuerdo y en qué discrepan? ¿Sobre qué escriben y para qué están utilizando sus blogs? Hablé hace unos días sobre ellos con la periodista islamista Eman Abdelmonem, y puso a Magdy, junto con el blogoperiodista Abdel Monem Mahmoud, como ejemplo de lo que ella llama “la tercera generación” de los Hermanos Musulmanes. “Son muy ambiciosos y son muy conscientes de los problemas de la sociedad. Se trata de una generación que ha conseguido cambiar la imagen de los HM y algunas ideas. No se puede hablar de conflicto, pero sí hay algunos roces”, me explicó.
Magdy Saad fue no hace mucho el motivo de un artículo en el periódico egipcio independiente Al-Masry Al-Youm, que sugería que los bloguers islamistas han iniciado una rebelión contra la vieja guardia del grupo, a la que acusan de exigir una obediencia ciega. Aunque Mohamed Habib, número dos del grupo, y él mismo desmintieron más tarde que haya disputas generacionales, Magdy Saad ha criticado, ni que sea saludablemente, algunas de las posiciones oficiales del movimiento en su blog, como es el caso, por ejemplo, del eslogan “el Islam es la solución”.
Supongo que el artículo hizo daño, porque a la que he abordado las diferencias generacionales, se han puesto a la defensiva. “Estás yendo por un camino peligroso”, me ha advertido Magdy (sonriendo). Había deducido por el hecho de que hubieran venido tantos, hombres y mujeres juntos, que tenían interés en darse a conocer y quizá desmontar unos cuantos estereotipos. No ha sido exactamente así. Querían, en realidad, negar que haya un conflicto interno en el movimiento… a pesar de las discrepancias. ¿Cuáles? No me lo han dicho.
Más interesantes que sus respuestas, sin embargo, ha sido estar con ellos y observarlos. Ellos son jóvenes profesionales; ellas son universitarias. Educados, agradables y, exceptuando a Ahmed, muy comedidos. Magdy luce una zabiba incipiente en la frente, símbolo de devoción, y ellas iban vestidas con hijabs de austeros colores pastel. Todos ellos tienen algún tipo de responsabilidad en el ámbito estudiantil (Shorouk, por ejemplo, es portavoz de las estudiantes de los HM en la Universidad de Helwan) y no todos pertenecen a familias islamistas (es el caso de Magdy y de Ahmed).
Van muy de vez en cuando al cine (al contrario que la mayoría) pero sólo a ver películas “permitidas por la religión”, ha dicho una de las chicas.Aunque han compartido zumos de mango, conversación y algunas risas, ellas se han sentado juntas en un extremo de la mesa, y ellos en el otro. No diría que sean amigos, la distancia que los separaba era más que física, pero sí parecen tener un objetivo compartido.

viernes, 8 de junio de 2007

Policías en el banquillo


El juicio de los dos oficiales de policía acusados de torturar y sodomizar a Imad el Kabir se está alargando. Aunque la sentencia se esperaba para ayer, el juez pospuso el proceso hasta el próximo 4 de julio (estaré en Barcelona). Nadie tiene muy claro qué puede pasar. La defensa argumentó ayer de nuevo -¿por qué tantos discursos, tan largos y tan dramáticos?- que el video es un montaje...

La sala rebosaba gente ayer. Por supuesto, un buen número de bloguers asistieron a la vista. Nawara, Mina y también Asad estuvieron siguiendo los alegatos de los abogados... sentados en el suelo, a los pies del juez! Nawara, sin cortarse un pelo, gravó gran parte de los discursos con una pequeña cámara. Mina tomó notas sin cesar.

También estaba allí Wael Abbas, el bloguer y periodista que colgó el video de las torturas en youtube, así como Randa, bloguer y activista de ddhh. Imad al Kabir escuchó los alegatos sentado entre el público, impasible, pero perdió los nervios al acabar la sesión...

miércoles, 6 de junio de 2007

Dalia Ziada

Comí ayer un shawarma con Dalia en un restaurante popular de Dokki. Me ayudó con la traducción de una entrevista, nos sobró tiempo y yo estaba muerta de hambre, así que me acompañó. Siempre me resulta interesante hablar con ella, y ayer no fue una excepción. Diría que conozco pocas personas que tengan las ideas tan claras. Dalia tiene 25 años y es una mujer inteligente y muy ambiciosa, en el mejor sentido del término. Trabaja para una organización de DDHH, ha montado su propia empresa de traducción online (trabaja gratis para la sociedad civil y paga a los traductores cobrando a empresas), tiene un blog, es miembro de varias plataformas de activismo online y publica artículos en la prensa. "Es curioso", me ha dicho, "pero tener un blog me ha ayudado a realizar mis sueños". Su objetivo: cambiar la mentalidad de la gente.

lunes, 4 de junio de 2007

Aya y Aya

Aya Alaa (izquierda) tiene 22 años y Aya al Faky (centro) sólo 20. Ambas son bloguers, miembros de los Hermanos Musulmanes y estudiantes de Comunicación en la Universidad del Cairo.

He estado charlando con ellas esta tarde, sentadas en un banco frente a la Facultad. Me han parecido dos chicas inteligentes, agradables y llenas de ambiciones e idealismo. Hablan de construir un mundo mejor a través del Islam y mencionan al líder de la no-violencia Mahatma Gandhi. Aya Alaa quiere ser relaciones públicas, formar algún día una familia 'musulmana' y contribuir a mejorar el mundo. Aya al Faky es más combativa. Planea ser periodista y sueña con hacer política. "Igual seré la primera mujer líder de los HM!", me ha dicho riendo, segura de sí misma.

Las conocía ya, pero habíamos hablado poco. Coincidimos en la Conferencia antiguerra del Cairo, en marzo, y las encontré de nuevo ante la oficina del fiscal de Shubra, cuando el blogoperiodista islamista Abdel Monem Mahmoud fue interrogado por segunda vez tras su detención. Habían ido para dar apoyo y denunciar la detención. Se saltaron las clases de la Universidad y aparecieron cargadas con una bolsa de enormes lápices confeccionados con cartulina, como símbolo de libertad de expresión.

Como muchos jóvenes islamistas, las dos Ayas son hijas de familias militantes de los HM, por lo que su pertenencia al grupo parece más una cuestión 'hereditaria' que de libre elección. Aún así, Aya me ha explicado por qué milita en el movimiento. "La manera que los HM entienden y representan el Islam es la más próxima al de profeta Mohamed, y a través de ellos podemos cambiar el mundo para mejor", ha dicho.
Hablando con ellas, no he podido dejar de pensar cuan diferentes son de la imagen habitual que de las mujeres islamistas se suele tener en España. Por supuesto, ambas llevan el velo islámico -lo consideran una obligación ineludible de cualquier musulmana- y denuncian -con timidez- algunas costumbres occidentales excesivamente liberales para su gusto. Sin embargo, me han parecido más abiertamente críticas con los "defectos" de los HM que los jóvenes islamistas que he entrevistado hasta ahora. Hemos hablado de lo que debería cambiar, y han sido claras y coincidentes en sus respuestas.
1) El papel de la mujer. "Los derechos que el Islam dio a la mujer en tiempo del Profeta no se respetan y se aplican con defectos. Las mujeres somos tan capaces como los hombres, pero no nos han dado la oportunidad de mostrarlo", han dicho.
2) La relación con la sociedad. "Los HM han de abrirse más a la sociedad, aceptar opiniones diferentes y ser más democráticos", han subrayado. "Ha sido a causa de cuestiones de seguridad, y las detenciones, de hecho hasta hace dos años no nos atrevíamos a decir que éramos Hermanos. Pero lo que no puedes hacer es encerrarte siempre en ti mismo porque para la sociedad eres un gran interrogante. Tienes que presentarte, decir cómo eres y cómo piensas, así te aceptarán".
Los jóvenes, han dicho, están intentando impulsar un cambio, y sobre todo, adaptarse a los tiempos que corren. Han puesto como ejemplo las relaciones entre ambos sexos dentro del grupo, hasta hace poco muy restringidas. "Dijimos que no. Podemos hablar, podemos salir juntos, dentro de nuestros límites islámicos, y ellos lo han entendido. Para nosotras, estudiantes de comunicación, era esencial poder trabajar con hombres".
Otro ejemplo: las relaciones con otros jóvenes representantes del espectro político egipcio, seculares o de izquierda. "Los veteranos vienen de la era de las ideologías y nadie quiere renunciar a sus puntos de vista. Para nosotros es más fácil. Estamos más abiertos a oír voces diferentes y nos formamos nuestra propia opinión en base a las otras. Ser sólo miembros de base nos da más margen de maniobra".