Ibrahim al Houdaiby es uno de los ya muy numerosos miembros de los Hermanos Musulmanes que han irrumpido este año cual batallón en la blogosfera egipcia. Escritos en árabe la gran mayoría, sus diarios online echan un poco de luz dentro del opaco veterano movimiento islamista egipcio a la vez que ofrecen una imagen más personal y más acorde con los tiempos que corren. Muy jóvenes algunos, hombres y mujeres sin distinción, los 'nuevos' Hermanos no sólo son visibles en la red sino que participan activamente en los actos y campañas que organiza el movimiento.
Si alguien se imagina a los jóvenes islamistas dotados con frondosas barbas, incómodos ante mujeres occidentales o con un ejemplar del Corán bajo el brazo va muy desencaminado. Ibrahim, licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Americana del Cairo, master en Estudios Islámicos, es un chico de lo más normal y corriente: luce un poco de barba, pero recortada; lleva vaqueros y una camiseta deportiva, habla inglés con fluidez, conduce un vehículo rojo, anda arriba y abajo con un móvil y un portátil, y no menciona ni en una sola ocasión el nombre de Dios en vano, como sí hacen algunos egipcios menos devotos.
La diferencia, quizá, es que lleva una vida muy ajetreada y llena de responsabilidades para alguien tan joven, sólo 23 años. Sin ir más lejos, se unió a los HM hace cuatro años, con sólo 19: "Puedes quejarte de la falta de libertad y de democracia a solas, pero para traerlas tienes que trabajar con alguien, y yo pensé que los principios de los HM me representan", explica.
Ibrahim lleva el islamismo político en las venas. Es bisnieto y nieto de dos de sus máximos líderes, Hassan al Hodeiby, que asumió la dirección del grupo tras el asesinato de su fundador, Hassan el-Banna, en 1949, y su sexto guía supremo, Maamoun al-Hodeiby (desde noviembre del 2002 y hasta su muerte en enero del 2004), respectivamente. Desde principios del año pasado, trabaja en el consejo directivo del sitio web en inglés de los Hermanos Musulmanes, lo que lo sitúa en una posición de cierta influencia y en contacto estrecho con algunos de sus máximos dirigentes, como Khairat al-Shater, número 3 de la organización. Su labor, dice, incluye editar y seleccionar textos y supervisar la línea editorial.
Aún así, Ibrahim no está de acuerdo en que se pueda hablar de una nueva generación de miembros de los HM, no al menos en el sentido de establecer diferencias entre los jóvenes islamistas y la vieja guardia del movimiento. Y, sin embargo, él mismo, o el blogoperiodista Abdel Monem Mahmoud, detenido hace ya un mes, parecen una prueba viviente de que un cierto recambio generacional está en curso y que líderes más jóvenes, reformistas y más modernos están tomando posiciones dentro del partido
"Siempre hay nuevas generaciones de Hermanos", me dijo ayer, con razón, cuando lo entrevisté en las oficinas de la web en Nasser City, "pero lo que sí pienso es que esta generación tiene más conocimiento de las herramientas del mundo actual que deben usarse para hacer oír nuestra voz".
Los HM han sido una de las organizaciones egipcias que más rápidamente han sabido sacar partido de la red, gracias en gran parte al concurso de sus jóvenes militantes. Su página web en inglés, editada a caballo entre El Cairo y Londres, recoge su posición oficial e informa de la ideología, actividades, noticias y opiniones del grupo. Aunque el gobierno egipcio la bloquea de vez en cuando, así como su sitio en árabe, el movimiento cuenta, según HRinfo, con hasta 18 sitios distintos, lo que le permite ir sorteando la censura. La creación del sitio web, hará unos dos años, tuvo lugar dentro de una nueva apertura informativa: portavoces más modernos, mayor accesibilidad a la prensa, opiniones publicadas en importantes medios internacionales...
"Es verdad que ahora somos más visibles, pero es porque creemos que no somos una organización secreta y no tenemos nada que esconder", subraya Ibrahim. "No tenemos un reconocimiento legal quizá, pero disfrutamos de un gran apoyo popular, estamos en la calle, tenemos una agenda reformista bien conocida, una orientación moderada y una aproximación pacífica a las reformas. Tenemos que ser visibles y expresarnos porque sino el régimen distorsiona nuestra imagen y nos presenta de una manera negativa".
Los blogs llegaron mucho más tarde, a principios de este año, gracias sobre todo al impulso de Abdel Monem Mahmoud. Ibrahim ya los cuenta ahora en un centenar y asegura que se trata de iniciativas individuales, que no necesitan ni del permiso ni de la supervisión del grupo. Él, concretamente, abrió el suyo en febrero pasado, pero después de haber incubado la idea durante una larga temporada ("no tenía tiempo y no sabía que era tan fácil").
Los jóvenes bloguers islamistas que están usando Internet para promover el cambio y para forjar alianzas con bloguers y activistas laicos y de izquierdas. Abdel Monem, sin ir más lejos, sorprendió a propios y extraños cuando dio su apoyo al bloguer alejandrino Karim Amer, condenado a tres años de prisión por insultar el Islam y a uno más por insultar a Mubarak. Quizá en reconocimiento, ahora muchos bloguers laicos y de izquierdas se han volcado en la campaña que pide su liberación. “No creo que debamos discriminar entre Karim y Monem, cuando se trata de la libertad, tenemos que defenderlos a ambos”, añade Ibrahim, que también escribió un artículo en defensa del bloguer laico.
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