El abogado Mohammed Dawoud ha lanzado su particular guerra santa, o jihad: perseguir a cualquier bloguer que insulte el Islam. Su labor empezó cuando se presentó como acusación en el proceso contra Karim Amer, utilizando una provisión islámica, la hesba (una especie de acusación civil), que recoge la legislación egipcia.
La ley de la hesba, de origen mediaval, absoleta en muchos países, autoriza a todo buen musulmán a defender de forma voluntaria los intereses del Islam en nombre de la sociedad y acusar a otro musulmán que considere culpable de violar una obligación islámica. Una hesba exigió en 2001 la anulación del matrimonio de la escritora egipcia Nawar al Saadawi, acusada de infiel y de apóstata. Otra anterior, en 1996, llevó a juicio por "sacrílego" al reconocido estudioso islámico, teólogo liberal y catedrático Nasr Hamid Abu Zaid, autor de una exégesis del Corán, "Crítica del discurso religioso". La sentencia lo declaró "hereje" y lo divorció de su mujer (ya que no podía estar casada con un no-musulmán) y forzó a la pareja a exiliarse a Holanda. La sentencia causó tanto revuelo que dos años después el gobierno egipcio reformó la ley y la dejó solo al alcance de la fiscalía.
Dawoud, sin embargo, actuó en lugar de la fiscalía durante la vista contra Karim. "Nabil ha ofendido a todos los musulmanes del mundo", declaró cuando apareció de improviso en el tribunal de Alejandría el 25 de enero pasado. "Quiero que sea castigado con la máxima pena. Estoy en una jihad aquí... si no lo sancionamos, será como un fuego que lo consume todo".
Ante el tribunal, Dawoud acusó a Karim de "apostasía" y pidió al juez que añadiera un cuarto cargo en contra suyo, "insultar a una secta", sancionado por el código penal con cinco años de prisión. Ni corto ni perezoso, presentó también una demanda contra los abogados del joven bloguer alejandrino por "infieles".
La justicia egipcia es hasta cierto punto desorganizada. La vista dejó muchos ratos muertos, que dio pie a conversaciones interesantes... A la espera de que el juez anunciara su decisión, Dawoud coincidió matando el tiempo con tres bloguers y un par de periodistas en una salita cercana destinada a la máquina de fotocopias. Grabé en video fragmentos del diálogo que se inició (en la foto), sorprendentemente educado. ¿Sabía con quien estaba hablando?
Dawoud se toma con mucho zelo su misión, que ha asumido junto con otros abogados por iniciativa propia y de forma voluntaria en calidad de "representantes del pueblo". El 27 de marzo pasado, se dejó caer de nuevo en el tribunal administrativo del Cairo donde se abrió la vista del caso que el juez Abdel Fattah Mourad ha abierto contra un total de 21 webs y blogs egipcios, a los que acusa de "dañar la seguridad nacional de Egipto, difamar la imagen de Egipto en el exterior e insultar a Hosni Mubarak". Aceptó que lo entrevistara en video y Sandmonkey me ayudó con la traducción. Dawoud nos aseguró que había acudido a la vista para dar apoyo a Mourad. "No estoy en contra de los blogs, que son herramientas de cultura e información, sinó sólo contra aquéllos que insulten al Islam, a su Dios y a su Profeta", afirmó. ¿Es el caso de los que Mourad cuestiona? No lo parece. "Si los blogs insultan el Islam y a los musulmanes, los tenemos que cerrar", prosiguió, quejándose que el de Karim Amer siga abierto y, por tanto, pueda leerse en la red.
Mourad presentó días después una nueva acusación, en este caso contra los bloguers Manal Hassam y su marido Alaa Seif, y el abogado Gamal Eid, presidente de HRInfo, a los que acusa de libelo y de haberlo insultado durante la sesión. Los tres fueron interrogados el 4 de abril durante horas. Leo hoy en un comunicado de Hrinfo que Dawoud es uno de los testigos del juez en este caso. Curioso como se enreda la madeja.
viernes, 6 de abril de 2007
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